Una gran cantidad de mujeres en gestación de todo el mundo son diagnosticadas de anemia gestacional
recibiendo tratamiento médico, administración de suplementos de hierro e
intensos cambios en su dieta. A continuación Michel Odent nos explica cómo en la mayor parte
de los casos, estos diagnósticos están errados y realizdos sin conocer los cambios
fisiológicos de la placenta.
"Tengo
una tasa de hemoglobina de 9: ¿estoy anémica?"
Cuando una
mujer presenta una concentración de hemoglobina entre 9.0, y 9.5 al final de su
embarazo, tiene dos posibilidades. La mayoría de veces será que ha encontrado
un profesional, sea comadrona o ginecólogo, que no está interesado en los
estudios epidemiológicos y que cree que la deficiencia de hierro durante el
embarazo puede ser detectada a través de la concentración de hemoglobina. Le
dice a la paciente que está anémica y le receta pastillas de hierro. La
paciente interpreta que algo no está bien en su cuerpo y debe ser corregido.
Otro caso
sería, cuando la mujer embarazada con un
valor similar de concentración de hemoglobina encuentra un profesional que está
al día de los más importantes estudios epidemiológicos y que se interesa por la
fisiología placentaria. Este profesional conoce el exahustivo y autorizado
estudio realizado por un equipo londinense, sobre la relación existente entre
la concentración de hemoglobina en sangre materna y los resultados de parto.
(1)
Fueron
analizados los datos de 153.602 nacimientos (el valor medio de hemoglobina
utilizado para el estudio fue el más bajo de los niveles obtenidos durante el
embarazo). Resultó que, proporcionalmente, la mayoría de bebés correspondían al
grupo de mujeres que presentaron tasas de hemoglobina entre 8.5 y 9.5.
La conclusión
general fue que "el peso del feto
al nacer está relacionado con la caída de los niveles de concentración de
hemoglobina". Es un patrón que se repite en todas las etnias. Cuando la concentración de hemoglobina,
permanece por encima de 10.5 en las últimas semanas de gestación, se incrementa
el riesgo de bajo peso y de parto prematuro.
A
conclusiones parecidas han llegado otros estudios epidemiológicos de menor
envergadura. (2,3).
Este grupo de
profesionales también conoce los
estudios que no logran demostrar que los suplementos de hierro pueden modificar
favorablemente las estadísticas de resultados de nacimiento. (4).
Cuando este tipo de profesional sospecha una
anemia, su prescripción será realizar tests específicos para determinar los
valores de eritrocitoprotoporfirina, saturación de transferrina y ferritina en
suero.
La mujer
embarazada que durante el cuidado prenatal es tratada partir de estos
criterios, puede recibir explicaciones
que la tranquilicen. Se le debe explicar que el volumen de sangre de la
embarazada necesita aumentar enormemente, y que lo que nos indica la
concentración de hemoglobina, es el grado de dilución de la sangre. Esta mujer
podrá comprender que los resultados de sus análisis demuestran una buena actividad
placentaria y que por lo tanto su cuerpo responde adecuadamente a las
instrucciones que recibe de la placenta. Esto
son buenas noticias. Las visitas antenatales deben tener un efecto positivo en
el estado emocional de la madre y así repercutirán favorablemente sobre el buen
desarrollo de su bebé.
Son millones en todo el mundo las mujeres
embarazadas a quienes se les ha dicho equivocadamente que están anémicas y
deben tomar suplementos de hierro. Es una tendencia a pasar por alto
los efectos secundarios de la administración de suplementos de hierro
(estreñimiento, diarrea, cardialgias, etc..), además del hecho de que el hierro inhibe la absorción de otros factores
tan importantes como el zinc. (5)
Esta
interpretación errónea sobre la tasa de hemoglobina durante el embarazo, está
extendida como un acto de fe. A una mujer Japonesa que pasó la primera mitad de
su embarazo en Londres y después regresó a Tokyo, una de sus amigas europeas,
que ya tenía cuatro hijos, le advirtió que al final del embarazo, le dirían que
estaba anémica y le recetarían pastillas de hierro. Adivinen el final de la
historia.
Un autorizado
equipo de investigadores médicos en Inglaterra, publicó un estudio acerca del
tercer período del parto en un prestigioso diario médico. Para separar los
embarazos de bajo riesgo, eliminaron todas las mujeres cuya tasa de hemoglobina
era inferior a 10 (6). La media obtenida como valor de la concentración de
hemoglobina fue de 11.1. . Posteriormente tuve la oportunidad de indicar
algunas de las limitaciones de este estudio. (7)
La falta de
interés en la fisiología placentaria es la base de estas interpretaciones
erróneas. Existe la tendencia a
confundir una respuesta fisiológica transitoria (la dilución sanguínea), con
una enfermedad (la anemia). La obstetricia, si no se basa en la evidencia,
puede ser peligrosa.
Dr. Michel Odent
Primal Health Research. Londres
Primal Health Research. Londres
Extracto de: "El posible efecto "nocebo" del cuidado prenatal
"

hola, que interesante e escrito.. tendrás el estudio que señalas por la pc... o el nombre de articulo y la revista científica de donde sacas la información??
ResponderEliminarespero se encuentre bien