Llegada del Delfín: Día del Nacimiento de Naia.
Sábado 24 de Noviembre 2012
Por: Dominga Livingstone
Luego de una mañana de caricias y
regaloneo, comienza a mostrar asomo la
posibilidad de que el día se acerca…ese día tan esperado, preparado y soñado..
No sabíamos su sexo, no sabíamos cuando nacería, sólo sabíamos que queríamos
entregarnos a la profundidad y sabiduría de la naturaleza, sumergirnos en ese
día tan especial que se esfumaba rápidamente, queríamos aprovecharlo, vivir su
belleza con confianza y placer, poder derribar también tantas creencias
sociales y trascender el “dolor”.
Al enterarnos que estábamos "embarazados" quisimos parir en casa, pero a medida que nos fuimos informado y
cotizando, decidimos por Talagante.

Nos fuimos a acostar como a las 12:00 pm, y en el momento que toqué la cama, mi cuerpo ya no quería estar acostado y las contracciones comenzaron a hacerse aún mas intensas y seguidas, me costaba más llevarlas en esa posición, por lo que intente descansar de rodillas en el suelo.
Llegadas las 2 am (todos los horarios
son aprox.) sentía que comenzaba a necesitar de Diego, lo desperté, él me dice
que intente descansar, pero yo ya no podía, había comenzado otra fase del
trabajo. Al tomar el tiempo Diego se da
cuenta que las contracciones están cada 5 minutos, así que manos a la obra...
Bajamos a buscar guatero, Diego ambientó la pieza con música, luz suave y
aromas…
Ayudándonos de la pelota, las vocalizaciones y el calor vivimos muy tranquilamente esa fase, era una burbuja llena de amor, en cada momento que yo me desconcentraba o llegaba una contracción sin estar preparada, Diego me recordaba respirar, disfrutar, relajarme… Yo podía elegir escucharlo y decir, “ppf como si fuera tan fácil”, o saber que era real y hacerlo. La respiración fue un gran aliado, me ayudaba a dejar fluir cada oleaje intenso, no tensarme y luchar, porque ahí venía el dolor, del otro modo, simplemente sensaciones intensas recorrían mi cuerpo… en ese momento principalmente era la espalda. Llegó un momento en que ya necesite un cambio, una nueva fase…
Ayudándonos de la pelota, las vocalizaciones y el calor vivimos muy tranquilamente esa fase, era una burbuja llena de amor, en cada momento que yo me desconcentraba o llegaba una contracción sin estar preparada, Diego me recordaba respirar, disfrutar, relajarme… Yo podía elegir escucharlo y decir, “ppf como si fuera tan fácil”, o saber que era real y hacerlo. La respiración fue un gran aliado, me ayudaba a dejar fluir cada oleaje intenso, no tensarme y luchar, porque ahí venía el dolor, del otro modo, simplemente sensaciones intensas recorrían mi cuerpo… en ese momento principalmente era la espalda. Llegó un momento en que ya necesite un cambio, una nueva fase…
Estando dentro de la tina, sentí que
la sensación de la espalda bajaba; hacia la pelvis, y luego ya sentía la
presión en el pubis… era hermoso poder sentir como bajaba, como mi cuerpo se
movía, adaptaba y como todo era un trabajo en equipo entre los 3. Llegó un
momento en que con cada contracción todo mi cuerpo pujaba con muchísima fuerza,
y le digo a diego “Que hago, no lo puedo evitar”, y me dice que está bien, que
lo deje fluir… En eso llamamos a las matronas, yo tenía ganas de quedarme en casa,
no quería salir del ambiente calentito y seguro, pero al escucharlas; en el
momento entre las contracciones agarré fuerza y le dije a Diego, ¡ya ahora, de
una vamos! En esos momentos Diego salía a organizar todo afuera para irnos y
volvía justo para ayudarme a pasar la contracción…
Me levanté, caminé hasta la pieza,
bajamos las escaleras y los amigos de la casa ahí estaban, una velita, un jugo
de frambuesa que me devolvió la energía y el auto lleno de mis cojines, lo cual
me hizo sentir cómoda y segura…
En el auto la cabecita comenzaba a
asomarse, y luego con el relajo se escondía, nos fuimos todo el camino así,
salía y volvía….Y yo me sentía en un estado chistoso, y me asombraba de ello,
en el momento de entre las contracciones miraba afuera, el camino, las caras en
otros autos y me reía, curiosamente en esos momentos tenía muchísimo sentido
del humor. Al momento de llegar a
Talagante, viene una contracción tan fuerte que mi tira al suelo y ya no me
podía parar, era su cabecita que ya estaba afuera… si hacia una pequeña fuerza
ya salía completo.
Llega la matrona a recibirme con una
silla, y yo le digo “no puedo sentarme, su cabecita está ahí”, así que trajeron
una camilla, y yo no alcanzo a subirme y ¡Blup! Afuera !!!


Ya sentía su cuerpecito resbaloso y
calentito sobre mi… Estábamos en un espacio difuso, ya había nacido e íbamos camino a la sala de parto, había
nacido ahí, en el pasillo y con público… nosotros sólo nos reíamos, estaba todo
bien..
En la sala la Matrona nos pregunta, “¿y,
van a querer saber que es o no?, Diego la mira y es niñita, no me sorprendo en
ese momento, pero si me alegro porque siempre la sentí así… y ambos asentimos
en ese momento con su nombre, se llamaría Naia Munay (que después enlazando
todo, entendimos... su nombre significaba
Fluir en Amor)
Diego al rato, le corta el cordón, a
mi me baja el hambre. Me tenían una fuente con fruta, y ahí estábamos, en la
cama, calentitas piel con piel, comiendo fruta… Muy pronto sale la placenta, y Naia comienza a
agarrarse de la pechuga, succionando sus gotitas de vida… Las matronas me
comentan que estaba muy bien, que no me había rasgado, que no era necesario
hacer ningún punto, y yo me alegro mucho, sintiéndonos orgullosos por el
trabajo hecho y los resultados maravillosos.
El nacimiento
fue rápido, y el proceso una oportunidad hermosa de conexión, de fuerza… al
salir están mis hermanas y mi mamá, y me preguntan ¿cómo estás, te dolió
mucho?, y yo digo “la verdad es que lo haría de nuevo”.
Hoy, a los 6 meses de haber parido mi
consejo a las mujeres gestando es, aprovechen, disfruten y entréguense a ese momento mágico y
fugaz. Lo cual
para mi fue posible en gran medida por estar informada, o desinformada de la
actualidad… porque es volver a las raíces, al cuerpo, a lo de siempre.. en
fin, es un Regalo!
Gracias Divina Existencia.
Domi, Diego & Naia
No hay comentarios:
Publicar un comentario