Querid@s Amig@s
ESTAMOS EN PERIODO DE DESCANSO
:) Por lo que no estaremos realizando nuestras actividades regulares (Círculos, talleres, psicoterapia perinatal, acompañamiento de doula, etc.) hasta el 2015.
Gracias!
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Hygieia Students |
Por
Alfie Kohn
Salga a un sitio de juegos, visite una escuela o aparézcase en la
fiesta de cumpleaños de un niño, y hay una frase que de seguro va a escuchar:
“¡Muy bien!”. Incluso los bebés pequeños son elogiados por juntar sus manos
(“Bonito aplauso!). A algunos de nosotros se nos escapan estos juicios
sobre nuestros niños al punto de que casi se convierte en un tic verbal.
Muchos libros y artículos advierten en contra de recurrir al castigo,
desde pegar hasta el aislamiento forzado (“tiempo fuera”). Ocasionalmente alguien
incluso nos pedirá que reconsideremos la práctica de sobornar a los niños con
stickers o comida. Pero usted tendrá que buscar arduamente para
encontrar una palabra que desaliente lo que es eufemísticamente llamado
refuerzo positivo.
Para que no haya ningún malentendido, el punto aquí no es cuestionar
la importancia de apoyar e incentivar a los niños, la necesidad de amarlos y
abrazarlos y ayudarlos a sentirse bien con ellos mismos. Los elogios, sin
embargo, son una historia completamente diferente. Aquí explico por
qué. |