Por: Naomi Aldort
En la primera infancia el morder no es
diferente a cualquier otro tipo agresión. El morder, a veces, puede ser benigno
y transitorio. Un niño pequeño frustrado no tiene un lenguaje enriquecido y
probablemente utilizará su cuerpo para expresarse. Si uno responde rápidamente
al primer intento, clara y amorosamente, no habrá una segunda vez. Si tu hijo/a
está mordiendo repetidamente, dos cosas están sucediendo: tus respuestas no son
claras para TU HIJO/A. Y, la razón por la cual lo lleva a morder no ha sido atendida.
Se evidencian más casos de mordida en
los niños pequeños que van a guarderías, jardines u otros grupos que aquellos
que pasan el día con su padre/madre. Sin embargo, morder también ocurre, en
menor grado, en los niños que permanecen en su hogar.
El niño/a está siempre inocentemente
persiguiendo sus necesidades. Cualquier cosa que haga está enraizada en una
razón válida o un propósito específico. Puede tener hambre, que esté
descubriendo conceptos de causa-efecto, dentición, que esté imitando a otro niño,
frustración. También puede tener una reacción al trigo, soja, azúcar, lactosa,
aditivos de las comidas u otras alergias. Si tu hijo/a está mordiendo excesiva
o agresivamente, recomiendo realizar un examen de alergias mediante el análisis
de un mechón de pelo o a través de una prueba muscular, investiga sobre la
dieta de Feingold, como también observa si el día a día puede resultarle muy
frustrante.
¿Por qué muerden ocasionalmente los
niños?